Los flujos de capital de renta variable continúan altos en niveles ligeramente superiores a los de hace un año. Los de efectivo, sin embargo, sí han aumentado por la incertidumbre, frente a la caída del interés de los inversores por comprar renta fija.
Un patrón que presumiblemente cambiará antes de que se pueda declarar suelo final de la corrección de las bolsas.