El foco de atención y de mayor impacto en los mercados financieros a nivel mundial la semana pasada se encuentra localizado en Oriente Medio donde la guerra cruzada entre Israel e Irán va tomando mayor fuerza y los daños colaterales son incuantificables, a día de hoy.
Si bien, hace unos meses la idea de empezar una guerra total en Oriente Medio era ciencia ficción y muy lejana en el tiempo. En la actualidad, la actual posición de Israel de responder a cualquier ataque enemigo, ha incrementado los temores significativamente, trasladándose en una creciente incertidumbre sobre los activos de riesgo.
En particular, el nerviosismo de los inversores se justifica por el enorme miedo de que el precio del petróleo se dispare al alza, poniendo en jaque a los bancos centrales.
En este entorno convulso e incierto, a lo que se le suma las elecciones de Estados Unidos a un mes vista, la volatilidad ha comenzado a subir, tal y como esperábamos, donde mantenemos como escenario más probable la posibilidad de que la incertidumbre continúe provocando aumentos de volatilidad y las bolsas consoliden/corrijan posiciones es elevada.
En base a los datos que analizamos, este conflicto bélico entra en escena en el peor momento posible para las bolsas. ¿Motivo? Un repunte del precio del petróleo de forma sostenida podría empezar a generar presiones inflacionistas y en un entorno de cierto enfriamiento económico donde los bancos centrales de forma coordinada están empezando a bajar los tipos de interés, podría elevar la incertidumbre y volatilidad a los mercados.
Es muy llamativa la campaña orquestada al unísono de todos los bancos centrales a nivel mundial en su afán de bajar los tipos de interés, recordando viejos tiempos de la época de la crisis financiera del 2008. Quizás sea un proceso de normalización natural de las políticas monetarias o bien, estén escondiendo algo que la inmensa mayoría de la población desconoce. Pronto saldremos de dudas.
Mientras tanto el relato «soft landing o aterrizaje suave» continúa, los inversores siguen confiados y comprando un mercado en máximos históricos y muy sobrevalorado frente a una realidad económica de las familias que sigue complicada, la tasa de ahorro cayendo y en mínimos plurianuales y el consumidor revelando preocupaciones.
Aunque de momento los inversores mantienen el optimismo, resisten cualquier noticia adversa y siguen cotizando en zona de máximos históricos, las divergencias semanales bajistas de los grandes índices bursátiles se mantienen intactas, con un potencial giro bajista latente.
Tenemos una alta convicción de que la “euforia existente” que mantiene los mercados en máximos, tiene fecha de caducidad y dicho día está más cerca de lo que la mayoría de los inversores se piensan.
Si analizamos y estudiamos la historia económica, NO existe un precedente histórico en el que los beneficios hayan continuado al alza cuando los tipos de interés han estado bajando. De hecho, las bajadas de tipos son consistentes con un descenso de los beneficios próximo al 20%.
En este sentido, la reacción del comportamiento de la economía de Estados Unidos, medida por su PIB, después de los recortes de tipos es consecuencia de que, generalmente, después de comenzar los ciclos de bajadas de tipos la economía suele entrar en recesión.
La habilidad de las autoridades para esconder la realidad económica y expectativas negativas es consabida, nunca han comunicado con antelación la llegada de las recesiones económicas, como por otra parte es comprensible para evitar contagiar pesimismo y agravar la situación con el cumplimiento de la profecía.
De la independencia y honestidad que nos caracteriza, seguimos teniendo una alta convicción de que la bola de nieve, gracias a multitud de testigos que la sostiene, es cada vez más grande y sin lugar a dudas, insostenible en mucho más tiempo.
Si bien, tal y como llevamos semanas comentando, consideramos que podríamos estar en el último tramo alcista en las bolsas de este ciclo, independientemente de la situación global macro cada más delicada y potencial bomba de relojería.
“Parte de sobrevivir es poder seguir adelante”. Alexandra Bracken.
¡Un saludo a todos y mucha suerte en las inversiones ¡