Como ya adelantamos hace varias semanas, la probabilidad de asistir a un rebote en las bolsas de cierta envergadura era altamente probable. La recuperación desde mínimo del 07 de abril ha sido vertiginosa, sin apenas descanso, anotándose una rentabilidad de más del 19% (desde el mínimo a máximo del S&P500) en un entorno económico y geopolítico (guerra comercial) bastante agitado y con una baja visibilidad de que lo pueda ocurrir en un futuro cercano.
¿Y ahora qué? Es la pregunta del millón de dólares que todo el mundo se está haciendo, una vez hemos llegado a la zona crítica (5.600-5.800 del S&P500) y de gran relevancia técnica, que como comentamos en el anterior artículo, ha sido difícil romper en primera instancia.

Las próximas semanas van a ser una dura batalla para los inversores y un mar de dudas, entre la esperanza de una solución satisfactoria a la guerra comercial actual y, por otro lado, con el miedo de que ya es tarde para evitar una recesión económica.
Sea como fuese, el gran termómetro de la actual situación que estamos viviendo en los mercados es el mercado de deuda que continúa inestable y con cierta desconfianza de lo que pueda ocurrir.
En este punto, todo parece que el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, sigue sin recuperar la confianza entre los inversores que continúan vendiendo su deuda (caídas de precio y alza de rentabilidad) y podría provocar un terremoto en los mercados globales.

En contra de la promesa del gobierno de Trump, una escalada de los tipos de interés volvería a tensionar el mercado de crédito, especialmente a los Bonos de Alto Rendimiento y por ende, se trasladaría a un aumento de los diferenciales de crédito que podrían en jaque a los activos de riesgo, tal y como sucedió a principios de abril. ¿Se volverá a repetir dicho entorno de Risk off en los mercados?

Otro aspecto fundamental para tener una buena lectura o pulso del mercado, es continuar observando el comportamiento de la salud interna de merado que sigue mostrando señales de fortaleza (recuperación vigorosa), pero con signos de agotamiento llegado a este punto de mercado.

Por otro lado, debemos recordar que el rally vivido ha sido fruto principalmente por el apetito comprador de los inversores minoristas que piensan que lo peor ya ha pasado y empiezan a desprotegerse (quitar coberturas – opciones de venta o puts). Quizás vuelva a ser un momento ideal para que el mercado les vuelva a recordar la realidad de la situación de fondo que nos encontramos y los riesgos en un contexto donde las bolsas continúan sobrevaloradas.
Todo nos hace pensar que la volatilidad volverá a escena más pronto que tarde, y los inversores más temerosos querrán salirse rápidamente del mercado. ¿Caídas en cascada?

El entorno general de mercados y el trasfondo que se está desarrollando invitan a ser prudentes en estos niveles de mercado a la espera de tener mayor visibilidad para poder actuar con mayor seguridad.
Sin lugar a dudas, no es el momento más favorable para comprar renta variable (diríamos que, todo lo contrario – reducir exposición -) mientras el mercado no consiga rebasar las referencias de técnicas de control comentadas acompañadas con una salud interna de mercado robusta.
Para los inversores más inquietos, el desenlace está muy próximo.
“El coraje no es tener la fuerza para continuar, es seguir cuando no tienes fuerza”, Napoleón Bonaparte.
¡Un saludo a todos y mucha suerte en las inversiones ¡