La semana pasada la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings rebajó la calificación de la deuda soberana americana (AA+) de manera sorpresiva lo que provocó unos efectos inmediatos sobre los mercados en forma de volatilidad.
Fitch Ratings rebajó a EE.UU. su máxima calificación AAA y aunque todavía se mantiene en el rango alto de calificaciones, supone un verdadero revés para los gestores públicos americanos y un desprestigio para el país que ostenta la moneda de reserva mundial. Por ahora, sólo se ha tratado de un pequeño susto donde el miedo real radica en el contagio a otros países o empresas. ¿Evento de Crédito cada vez más próximo?
Con este toque de atención a la calificación de la deuda de los Estados Unidos, ya sólo quedan 9 economías, a nivel mundial, entre las elegidas: “Triple A”.
La pérdida de la máxima calificación de deuda ha sido llevada a cabo después de distintas advertencias, lanzadas a finales del mes de mayo, en un primer momento se pensaba que iban orientadas a presionar a los políticos (republicanos y demócratas) para solucionar rápida y satisfactoriamente el escollo del límite de deuda.
Una vez suspendido el techo de deuda a principios de junio, el Tesoro ha mostrado las enormes necesidades de financiación y de captación de nueva deuda, con la propia Oficina Presupuestaria del Congreso o -CBO- Congressional Budget Office, lanzando un cuadro de previsiones de endeudamiento para la próxima década sencillamente dantesco.
Como lo es el impresionante aumento del pago de intereses de la deuda:
A modo de recordatorio, la anterior rebaja de rating de deuda de EE.UU. fue llevada a cabo por Standard & Poor´s, coincidiendo también con un controvertido debate sobre el techo de deuda, fue en agosto de 2011 y provocó una reacción inmediata de ventas de acciones y fuerte caída de las bolsas. ¿Esta vez será diferente?
Es prematuro estimar el impacto final de esta rebaja de calificación, el contexto económico y financiero de entonces era muy distinto al actual, la economía crecía a un ritmo medio anual muy superior al de hoy, la deuda apenas rondaba los $11 billones, frente a los casi $33 billones de hoy…El problema de hoy es de carácter mucho más profundo y estructural que en 2011 y la tendencia al deterioro de las cuentas públicas es cada vez más potente y difícil de corregir.
El despilfarro de los políticos de turno, la ausencia de disciplina fiscal o el populismo creciente son problemas de importancia mayor cuando “el ratio Deuda/PIB se ha adentrado en terreno peligroso (125%)” que además de lastrar el crecimiento futuro, demuestra una tendencia insostenible, tanto en EE.UU. como en muchos otros países desarrollados. Mientras tanto, los inversores miran para otro lado y se aferran a comprar renta variable como si las consecuencias o daños colaterales ante este escenario tan complicado de lidiar, no fuera con ellos.
El milagro del crédito y los tipos de interés aplicados sobre la deuda de las empresas está permitiendo esquivar el temido evento de crédito asociado a ciclos de endurecimiento al acceso y alzas del coste del dinero y semilla de recesiones económicas.
La presencia de la Reserva Federal también influye, al mínimo atisbo de evento de crédito en el sector bancario como el de marzo se volcó para evitarlo creando de la nada otro medio billón de dólares. La realidad del todavía escaso impacto de las alzas de tipos sobre el coste de la deuda empresarial, comentado en el artículo de la semana pasada, explica la calma que experimentan los mercados de renta fija corporativa, aunque no es oro todo lo que reluce.
El 10% de las empresas no financieras más grandes según capitalización apenas ha visto crecer su coste de intereses de deuda pero, el 40% de las más pequeñas sufre un alza vertiginoso y de consecuencias fatales, como veremos a continuación.
Así las cosas, dada la gran concentración y relevancia de las grandes compañías, el mercado estaría sesgado por la buena evolución de las grandes (de igual manera que las grandes empresas son responsables de más de dos tercios del excelente comportamiento de las bolsas desde octubre 2022) mientras que desatiende hechos que se están sucediendo, de gravedad reseñable, como es el aumento de la morosidad y los defaults.
Los mercados están tan entusiasmados con la coyuntura de las grandes que pagan por su deuda sólo 0,12 puntos por encima de los FED FUNDS, el nivel más bajo desde 2007.
Cuando los diferenciales de crédito se estrechan tanto suele ser preludio de tormenta en los mercados y economía. “La historia no se repite, pero suele rimar”.
En un contexto económico muy delicado, los inversores están en un estado de complacencia sin precedentes donde la situación de los mercados es amable (¿La calma antes de la tempestad?) que parece favorecer un mundo ideal pero somos de la opinión que es sólo cuestión de tiempo que las alzas hagan efecto sobre los costes de los intereses y en un mundo corporativo tan abundante en empresas zombis, nos debería hacer reflexionar de lo que nos puede deparar el futuro teniendo la historia como principal guía, para tomar decisiones de inversión de forma racional.
Como cada semana, iremos monitorizando los diferentes activos en búsqueda de un binomio riesgo – rentabilidad atractivo para poder invertir.
Vamos a ilustrar nuestro posicionamiento con diferentes gráficas para poder explicarlo mejor:
MERCADO DE RENTA VARIABLE
Como hemos estado comentando desde hace un par de semanas, el mercado debería empezar una corrección de precios que ya está en marcha. La excusa de la rebaja de rating de la deuda de los Estados Unidos ha sido el catalizador de las ya anticipadas caídas en los activos de riesgo. ¿Y ahora qué? Debemos ser pacientes y disciplinados con nuestra metodología de inversión para valorar la entrada a mercado. Idealmente la zona de control sería los 4.200 puntos del SP500 que se antoja como un hueso duro de roer y en caso de llegar, actuaría como un muro de contención del precio.
Todavía el Russell 2000, índice de las pequeñas y medianas compañías de EE.UU., no ha roto el lateral que lleva formando desde hace meses. Insistimos que la ruptura al alza de esa zona es CLAVE, para ver subidas sostenibles en los mercados de renta variable. Esta semana, una vez llegado al nivel de decisión, se ha girado bruscamente a la baja. ¡Toca esperar!
MERCADO DE RENTA FIJA
Seguimos muy de cerca el camino que tomará los Bonos de Alto Rendimiento (HYG) que durante la semana pasada con la rebaja de rating han sufrido caídas en los precios (subida de tipos de interés), lo que está provocando cierto tensionamiento en el mercado de bonos. El desenlace de la ruptura tendrá consecuencias en los activos de riesgos (renta variable). ¡Toca esperar!
MERCADO DE DIVISAS
El fortalecimiento del Dólar está empezando hacer daño a los activos de riesgos. Todavía no tenemos confirmación de un giro al alza definitivo pero una hipotética ruptura del triángulo al alza podría tensionar a la baja los mercados de renta variable.
MERCADO DE MATERIAS PRIMAS
Mientras prácticamente la totalidad de los analistas del sector, daban por muerta la inflación, los precios de la Cesta de Materias Primas (principal activo, el petróleo), como hemos comentado en las últimas semanas, empiezan a despertar con fuerza. Dicho efecto, están empujando a los tipos de interés al alza. Consideramos que dicho movimiento puede ser muy peligroso porque pondría a los Bancos Centrales entre la espada y la pared, pudiendo endurecer más aún una política monetaria cada vez más restrictiva.
Es momento de esperar y ver, dado que el mercado debería empezar a digerir las subidas verticales de los meses de junio y julio, gracias en parte a compañías que se han lanzado a las alturas, como es el caso de APPLE, y ahora no será fácil mantenerse en vuelo sin más combustible.
En una situación de mercado como la actual es necesaria una demanda solvente y suficiente (que la mayoría de valores tiren del carro) para mantener el status quo y la tendencia de las cotizaciones que hemos vivido los últimos meses, al calor del FOMO por parte de los inversores menos informados.
“La perfección no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer cosas ordinarias extraordinariamente bien”, Angélique Arnauld.
¡Un saludo a todos y mucha suerte en las inversiones ¡