Como ya hemos comentado en varias ocasiones el mercado tiene sus propias reglas que hay que saber escucharlas para poder coger el pulso correctamente. Si bien, la mayoría de inversores suelen tener el pie cambiado guiados por el ruido mediático y sus propias emociones a la hora de invertir.
Debemos de reconocer que en el mundo de la inversión todo el mundo se equivoca, pero lo que realmente aporta valor es saber cuando una tesis de inversión es fallida y debemos rectificar nuestro planteamiento y cambiar de rumbo. A esto es lo que llamamos el “santo grial de la inversión” y no al número de veces que acertamos en nuestra operativa, como la gente suele pensar.
En el contexto económico actual y por no decir siempre, existen argumentos e hipótesis contrarias sobre el devenir de las cotizaciones. A día de hoy, unos piensan que estamos en el comienzo de un mercado bajista y otros confían que ya hemos visto los mínimos de esta caída y la escalada otra vez a máximos históricos es inevitable.
Sea como fuera, nuestro equipo de gestión prefiere ir paso a paso, sin tratar de ser adivinos de lo que nos depara el futuro, y guiarnos exclusivamente por una metodología de trabajo que ha demostrado su consistencia a lo largo de los años.
Como ya hemos comentado en artículos recientes, y alcanzado el nivel de los 4.800 del S&P500 y en pleno pánico inversor fruto de las inoportunas declaraciones de Donald Trump sobre su agresiva política arancelaria, avisamos de que lo más probable era un rebote de cierta magnitud como está sucediendo en la actualidad.
Este tipo de rebotes o reacciones alcistas tan violentas y compradas por una mayoría de inversores particulares no suele ser un buen síntoma para pensar en un “suelo de mercado sólido de medio plazo” y más bien, suele ser fruto de un comportamiento inicial dentro un potencial mercado bajista en formación.
Si bien, en la actual estructura de precios del índice S&P500 lo más probable es que exista un último tirón alcista a la zona marcada (5.600-5.800) que definimos como el último baile de la fiesta bursátil vivida en las últimas sesiones. Dicha zona coincide con el cruce de las medias móviles de 50 y 200 días, llamado “Cruce de la Muerte” por sus implicaciones bajistas en el mercado de acciones de cara al medio plazo (semanas/meses). ¿Funcionará en esta ocasión?
En estos niveles la posibilidad de asistir a una nueva limpieza de posiciones es alta (recaída de las cotizaciones) por lo que sugerimos reducir exposición de renta variable a los inversores que siguen muy cargados o bien, cubrir la cartera.

A lo anteriormente comentado, y dentro de nuestra forma de ver el mercado, la salud interna de mercado juega un aspecto crucial en nuestra toma de decisiones de inversión. Si bien, la mejora ha sido notable en la última semana, el deterioro sigue intacto (no vemos un aumento sustancial de acciones en máximos de 52 semanas). Mientras no veamos un giro real y sostenido, nuestro posicionamiento sobre el mercado, seguirá siendo de máxima cautela.

De forma paralela, el escenario de una potencial recesión en Estados Unidos cada vez coge más fuerza por la multitud de frentes abiertos que tiene que lidiar el gobierno de Trump (contracción fiscal, control de los tipos de interés, destrucción de empleo, guerra arancelaria…), lo que acentuaría el caos a nivel mundial.

Por otro lado, el abultado calendario de vencimientos en los próximos 10 meses de aproximadamente 9 billones de dólares (una pelota caliente para la administración americana), está provocando la desesperación del presidente de los Estados Unidos por bajar los tipos de interés oficiales. Situación incómoda y prácticamente una misión casi imposible por ahora, dado que Jerome Powell no da su brazo a torcer.
No obstante, ha conseguido en las últimas semanas un fuerte debilitamiento del dólar (línea roja) con el propósito que sus futuras exportaciones sean más baratas para el resto mundial y así estimular su industria al exterior. En este sentido, las expectativas por la depreciación de un dólar han llegado a niveles no vistos de mayo del 2006, y dada la verticalidad de las caídas, así como del sentimiento extremadamente negativo (por opinión contraria) pudiera empezar a gestarse un giro al alza del mismo.

Tal y como comentamos, el entorno actual que se está desarrollando el mercado es de máximo interés para nuestros clientes y lectores, dado que el mercado se está acercando a una zona de congestión importante donde deberá decidir el camino para los próximos meses.
Por ahora toca tener paciencia y la máxima disciplina en seguir nuestro plan de actuación, sea cualquier sea el escenario que se nos plantee.
A pesar de los riesgos de toda índole que se enfrenta el mercado próximamente con unas expectativas de beneficios que tienen una alta probabilidad de que sean defraudadas, no debemos caer en la narrativa fácil y centrarnos en nuestra principal guía que es el Análisis Técnico Contextualizado (price action, posicionamiento, sentimiento…). Mas aún, en un entorno de incertidumbre y confusión generalizado con la guerra arancelaria actual.
“Las crisis, cuando ocurren, tiene al menos la ventaja de que nos obligan a pensar”, Jawaharial Nehru.
¡Un saludo a todos y mucha suerte en las inversiones ¡